¡Ay con las mamis!
Hace un tiempo, antes de convertirme en madre de una niña que va al jardín, escribí algo en relación a las mamis. Hoy, siendo parte de ese mundo, habiendo sucumbido al famoso grupo de Wassap que toda mami debe tener y después de que una mami me bautizó como "Madre relajada" , me veo en la obligación de publicar esto por acá porque sostengo todas y cada de una de las palabras que escribí en aquella oportunidad. Solo modificaría eso de atropellar a las mamis en la puerta del jardín porque puede que, si alguno me hace caso, mi vida corra serio peligro. Y porque, además, la mayoría de las mamás que conozco en el jardín no son mamis. Y me caen bien. Dicho esto, comparto el texto. ¡Dios nos salve de las mamis"! Lo tengo que decir de una vez por todas: odio a las mamis. Las detesto. Me molestan. A las madres les tengo un poco de miedo, yo qué sé. "Soy tu madre". "Porque te lo digo yo que soy tu madre". "Respetarás a tu padre y a